No es el mejor momento del presidente López Obrador. Tan preocupado siempre de asegurarse un buen lugar en la historia nacional, sus recientes actos y dichos definitivamente lo alejan de ese anhelo.

Hay que alertar al electorado respecto a la posible expropiación de los inmuebles de todas las familias mexicanas, que se convertirían únicamente en una concesión que el gobierno otorgaría a los ciudadanos.